«En mi humilde opinión» es por decirlo de una forma sencilla un experimento en lo técnico y en lo personal.
Quería, aunque la palabra más adecuada es quiero, ver la posibilidad de mantener, desde lo más cercano a mi realidad, la opinión largamente callada y no presentada, quizás por pudor al que pensaran, o quizás al miedo a no ser parte de esa mayoría de opinologos (otro palabro que añadir al Diccionario de la RAE) que pueblan la red.
Por otro lado, también pretendía poder desarrollar un proyecto de comunicación sobre un entorno «amigo» (si es que el WordPress se puede considerar así) desde la parte física hasta lo más compleja de programas.
Quizás la parte técnica sea la más sencilla. Utilizando una afamada tarjeta mini-ordenador Raspberry Pi, en este caso una modelo 3 que se encuentra en el mercado por menos de 40€ (al principio… ahora en 100€) y software libre «Apache2», «WordPress», «Raspberry Pi OS», etc., ósea, software libre, sin ataduras y moldeable al gusto (esto último es más publicidad que otra cosa…) es fácil montar un website que quede más o menos resultón. Tampoco hay que matarse a buscar una imagen diferenciadora y rompedora. Lo sencillito funciona. Además, lo importante, bajo mi opinión, no es el continente, sino la chica que le metamos a este engendro.
La otra parte, la de contenido, la de presentar las ideas con palabras, la de intentar mantener un dialogo hacia el exterior de mis pensamientos es más ardua. Requiere más constancia, dedicación y si mi apuras sacrificio.
Aquí comienza la historia, aquí se inicia el camino, aquí es donde «En mi humilde opinión» empieza a forjarse. Que no decaiga.